Se trata de un evento que se puede ver a simple vista porque no entraña ningún peligro -a diferencia de los de Sol- y no requiere ningún tipo de instrumentación especial.
La segunda de las cuatro «superlunas» que se van a registrar este año mostrará la próxima madrugada un pequeño eclipse parcial que se apreciará a la vista como un pequeño mordisco al disco lunar y que será visible a simple vista de África, Europa y América.
Se trata de un evento que se puede ver a simple vista porque no entraña ningún peligro -a diferencia de los de Sol- y no requiere ningún tipo de instrumentación especial.
El fenómeno será visible desde Europa, América y África, y es el penúltimo de los eventos astronómicos importantes señalados en el calendario de 2024, que se completará con un eclipse anular del Sol el próximo 2 de octubre, aunque éste ya sólo será visible en algunos lugares de Sudamérica.
Desde España (tanto desde la península como desde Canarias) el eclipse será también visible a partir de las 4:12 (hora peninsular), llegará al máximo a las 4:44 y la Luna recuperará todo su esplendor a las 5:18, según los datos del Instituto Geográfico Nacional (IGN).
Las predicciones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) española apuntan que las nubes van a impedir sin embargo esa contemplación en muchos lugares, ya que los cielos van a estar muy encapotados en muchos puntos, sobre todo en el este peninsular, en Baleares y en Canarias.
El eclipse lunar, que se produce cuando la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna generando un cono de sombra que en este caso será muy pequeña, no tiene en este caso un carácter excepcional, ya que cada año se repiten entre cuatro y siete veces (de Sol o de Luna), pero sí puede resultar especialmente llamativo al coincidir con una de las cuatro «superlunas» de 2024.
Las «superlunas» se producen cuando la fase llena del satélite coincide con su mayor aproximación a la Tierra durante la trayectoria elíptica que describe durante su órbita, lo que provoca que el astro parezca mucho más grande y brillante a la vista.
El eclipse provocará un ligero oscurecimiento -apenas perceptible a simple vista- de todo el disco lunar durante la fase «penumbral» y aparecerá un pequeño mordisco durante la fase de «parcial», aunque éste apenas afectará al 3,5 por ciento de la superficie visible del astro, según han señalado varias páginas web especializadas en observación astronómica.