Tyson y El Puma

De pronto, se abrió una puerta y apareció Mike Tyson. Radiante, sonriente y amistoso. Sí, Mike Tyson en carne y hueso.

“No puedo explicarte lo que sentí, fue único, porque encima se sonrió y tiene una forma tan sencilla de ser, que si antes era mi ídolo, imagínate ahora, después de haberle dado la mano”.

El argentino Fernando Martínez está emocionado y tiene sus razones. No todos los días viene un Mike Tyson al encuentro de uno, sonriente, distendido y lleno de buenos deseos. Un mágico encuentro. Sobre todo, ahora que El Puma se prepara para conquistar una nueva corona mundial.

El campeón mundial IBF de los supermoscas está en Las Vegas, preparándose como nunca. Lo espera el japonés Kazuto Ioka, campeón WBA, en Tokio, el 7 de julio, en una pelea unificatoria que promete ser una tremenda batalla.

El encuentro con Iron Mike fue luego de una sesión de cámara hiperbárica, en un lugar muy especial, el Oasis Medical Center, en donde se desempeña el doctor Cameron.

“Cuando nos esteramos de que Mike también va al mismo lugar, nos volvimos locos todos, por la posibilidad de conocerlo”, dice Rodrigo Calabrese. “Lo más loco fue que el doctor Cameron, que es un fanático del boxeo, nos dijo que iba a hablar con él, para que lo pudiéramos conocer y así fue. Nos llamó el lunes, diciéndonos que fuéramos temprano y de pronto apareció. Fue fantástico. Nos dio la mano y en mi caso, y creo que para todos, o sea Fernando, Agustín (Gauto)y yo fue lo mismo: como darle la mano a Maradona… algo único, sobre todo por la forma cálida en que nos trató”.

Martínez, a los 29, se enfrenta a una responsabilidad mayúscula y atrapante: unificar la corona super mosca ante un campeón de la talla de Ioka.

Este hombre, a los 35, ya fue campeón mundial mínimo WBA y WBC y mini mosca WBA, y de sus 32 peleas se impuso en 29 (15 antes del límite), tiene 2 derrotas y un empate y reina como supermoscas WBA.

Martínez, a su vez tiene 16 peleas, todas ganadas y 9 de ellas por la vía categórica.

“Estamos entrenando con todo y muy bien”, dice Calabrese. “Agustín Gauto vino con nosotros, pero no hizo guantes con Fernando sino con otros chicos. Es una manera de que Agustín también acompañe y se codee con este mundo, que es totalmente diferente, porque la estructura con la que se cuenta acá es gigante”.

El reducido equipo de tres personas viajará el próximo domingo 23 de junio hacia Tokio, para finalizar la preparación y acostumbrar a las doce horas de diferencia con Buenos Aires, para una pelea que promete ser una gran batalla y que transmitirá ESPN KNOCK OUT.

“Yo sé que Ioka es un gran campeón, pero estoy acostumbrado a los grandes desafíos, así que éste es uno más, y estoy totalmente confiado en que voy a volver con los dos cinturones”, dice Martínez, que está entrenando en un gimnasio especialmente contratado por Calabrese, el famoso Pound 4 Pound.

Lo hacen todos los días a partir de las 18 horas, pero también tiene disposición de 9 a 11 todas las mañanas. En resumen: todo marcha muy bien y la idea, según Calabrese, es que “esta preparación está ya cerca de ser la mejor de todas las que tuvimos. Como aquí se puede hacer sparring con una gran cantidad de boxeadores diferentes, a mi como técnico me sirve mucho para ir ajustando las estrategias. Estamos en permanente contacto con el doctor Walter Quintero y el nutricionista, Nicolás Díaz. Tanto él, como la gente de Oxi Cámaras, con Ariel a la cabeza, son parte fundamental de este equipo”.

Entre otros boxeadores, el Puma se cruzó con Floyd Díaz, “Cashflow” quien a los 21 se erige como figura futura entre los gallos, con 11 peleas, todas ganadas, 3 por KO, un elegido de Floyd Mayweather que se pudo ver varias veces en la pantalla de ESPN KNOCK OUT.

“Hubo algunos guanteos que se pusieron fuertes, lo que a veces no viene mal, porque es una manera de probar cómo está uno y te aseguro que estoy de diez”, dice el Puma Martínez.

Todo marcha muy bien por ahora, con los entrenamientos a full, con un Puma sonriente y confiado, que solamente piensa en una pelea trascendental para él.

“Conocerlo a Tyson fue algo muy especial, porque es un ídolo para todos los que estamos en el boxeo. Solamente pienso en entrenar, verlo en el ring a Ioka y ganarle. Será una guerra, porque los dos vamos al frente. Una guerra y espero ganar esta pelea. Siento que voy a ganarla, porque estoy dejando todo en el gimnasio”.

Palabra de Puma.

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